lunes, 25 de junio de 2012

La segunda estrella a la derecha ¡y todo recto hasta el amanecer! - Dijo Peter.


Yo creo en las hadas, yo creo, sí creo...
Quiero salir de aquí, escapar y poder gritar que el sentimiento y las ganas de volar ya están en mi. Coger todas las cosas importantes y salir despedida por la ventana. Dejando detrás todo aquello que me causa dolor y ganas de llorar. Me he prometido, conseguir todo el polvo de hadas posible, para no tener que volver jamás. Me  hecho todo el polvo de hadas que tengo en los pies, que acto seguido se van levantando lentamente. Parece que funciona. Consigo llegar hasta la altura media de la habitación, voy subiendo y me llego a hacer daño en la cabeza, quizá me heché demasiado, pero mejor que sobre que falte. Ahora tengo que aprender como va esto, bien, allá voy...Cojo impulso y me dispongo a lanzarme hacia la ventana. Me doy en todas las narices a pesar de estar abierta. Al caer empiezo a escuchar un sonido molesto en mi oído. No me deja escuchar ni mis propios pensamientos, ni tampoco me deja ver mis recuerdos. La imagen se emborrona hasta tal punto que todo se desvanece, después de esto abro los ojos a la par que realizo un movimiento en vano con mi cuerpo y caigo de bruces contra el suelo. Me siento con ambas piernas cruzadas y me acuerdo de que en la vida real, no existe polvo de hadas que pueda ayudar. Por lo tanto hay que ser valiente y no escapar.

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