Pensaba en la de veces que habré pronunciado tu nombre. Y en todas esas ocasiones en las que mis mejillas han brillado tanto como el sol. En tus besos con un ligero sabor a "quédatejuntoamí". En tus secretos convertidos en susurros en mi oído y las caricias dedicadas a recorrer cada centímetro de mi cuerpo. Pensaba, que nunca llegaría esa felicidad plena, en la que todo está tan bien, que juegas a vivir cada valioso minuto del día y evitar pensar en que podrás perderlo. En la de veces que parece que tienes que renunciar a ese sueño que estás experimentando y no hay marcha atrás como arreglo. Pero un suspiro sale desde lo más profundo de tu alma cuando reconfortantemente ese pedazo de ti que has ido reconstruyendo con los años, vuelve a la normalidad.
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