miércoles, 13 de junio de 2012

Acceso directo a tu felicidad.


Manos, entornando la cintura. Dos cuerpos unidos por un mismo latido. Ojos cerrados rezongando eternidad. Dulzura entre beso y beso. Como si no hubiera mundo después, como si fuera el último aliento. Enamorándose más en cada uno. Un cuello suave, en donde cada respiración alimenta las ganas de batir sus almas a contraviento. Caricias en las mejillas. Y abrazos protectores que hablan sobre la misma piel. Inspiración de su cuidado, de sus esperanzadoras palabras. 
Seguir contando lunares hasta siempre, perdiéndose para tener que volver a empezar. Para no tener que marcharse y poder quedarse acurrucado junto a su pequeño cuerpo. Posa los labios sobre su frente y los aprieta fuerte contra sí. Viven necesitando encontrar el suficiente tiempo que necesitan para compartir. Se aferran a querer mantener esa felicidad a lo largo de los meses, mas resulta complicado, más de lo que muchos filósofos decían. Estos que se disponían a decir sobre el mundo, y no hacían nada por transformarlo. No demostraban nada. Nada para poder afirmar que el amor significase algo tan inefable como muchos otros sentimientos. 
Porque se hicieron tan dependientes, que temían que algo pudiese distanciarlos. Temían a todo lo exterior, a aquello que peligrase su conexión y desplomase todo. Pero una frase, con una voz casi imperceptible -Tengo miedo- fue pronunciada por sus labios. A lo que recibieron una respuesta -pero confío en nosotros-. Y ambos cerraron los ojos, durmiendo, en un mismo sueño...No despertaba para destacar, tan sólo dormía para seguir a su lado lo que quedaba de jornada. 

Aprovecha que tienes posibilidad de amar y ser amado, porque cada nuevo día es una oportunidad para ser feliz. Hagamos nuestro mayor esfuerzo para lograrlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario