Toca decir adiós al otoño, a la brisa suave que te despeina, al paisaje rojo de las hojas, el crujir al pisarlas.
Ahora toca ver el invierno, un paisaje blanco, la nieve y la niebla , los arboles al cubierto, desnudos ,sin sus ropas.
Toca sentir el hundir del pie en la nieve, el frió entrando por el
zapato; llegan las bufandas, los abrigos, la fiebre, la tos...
Pero no todo es malo, siempre quedará la felicidad de los niños el 25,
los gritos de la gente en año nuevo, un momento de disfrutar...Porque a
veces frío es un sinónimo de esperanza.
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