El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una, pero aunque se
parezcan, los miedos son tan personales y tan diferentes como pueden
serlo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como
desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir
conviviendo. Hay miedos echos
de inseguridades, miedo a quedarnos atrás,
miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que nadie
entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la
conciencia, el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demás y
tambien el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos
mirar, a lo desconocido, como el miedo a la muerte, a que alguien a
quien queremos desaparezca. Y hoy he escuchado a un tal Poil Set en la
tele, un señor encantador, que decia que la felicidad es la ausencia del
miedo y entonces me he dado cuenta de que, últimamente yo ya no tengo
miedo.
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