jueves, 17 de mayo de 2012

Quiero, querer...

Quiero. Te quiero. Del verbo querer. Yo te quiero. Tú me quieres. Yo quiero eso. Yo quiero ser. Yo no quiero. No lo quiero. Querer, querer como verbo. Querer como verbo que implica un sinfín de cosas que jamás entendemos. Querer. Querer como verbo que solemos usar a destiempo, más tarde que pronto, más pronto que tarde. Siempre a deshora, nunca
cuando hay que hacerlo. Te quiero, te quiero tanto que podría partirme en dos y darte la mitad, para que me lleves allá donde vayas. No querer. Tú me quieres, yo te quiero. Querer, querer usado como gancho para decírselo al otro al oído. Le quiero. El único verbo que siempre tiene algo de aquí, aunque aparente haberse quedado en otro sitio. Querré, cuando ya lo estoy queriendo. Quise, cuando aún lo sigo haciendo. Querer como ganas locas por demostrar al otro que nosotros también tenemos un corazoncito. Yo te quiero. Yo no te quiero. El único verbo del mundo entero que, si lo encuentras en el sitio exacto y en el segundo adecuado puede tornarte tu mundo.
No es que me guste tu mira, tu sonrrisa, tu forma de tratarme, tu forma de ser.. Me gusta como soy cuando estoy contigo.Me gustas todo, absolutamente todo, tú.
Porque esos nervios que me entran cuando te acercas, esos temblores que siento cuando me acaricias, la sensación que tengo cuando me besas.. Me puedo quedar horas mirandote y la sonrrisa no se borra.
La vida da un giro de ciento ochenta grados, y has echo que la mire de otra forma.♥
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario