sin querer o precisamente a próposito les cambiamos las letras y jugamos con ellas a los crucigramas y tú te inventas esa risa, precisamente esa. Incluso o sobretodo aquí , lejos de ti, el sonido de tus labios es como un tintineo en las pestañas, un accidente esperando a suceder, es como la incertidumbre al moverte bajo la libertad del dictado de los deseos. Sigo haciendo cuentas de cuánto mar tuvo que venir de los océanos para reposarse así en tus ojos. Me quedan tantas cosas por darte, aun hay que precisar tus labios con talento difuminado, resolver millones de garabatos en tu pelo donde anida la revolución de los pájaros en la cabeza de los soñadores. Me voy a quitar la venda de los ojos y voy a ir hasta ti, para besarte como la primera vez o como la última, sin guardar fuerzas desgastada y viva, pero sonriente, Ahora todo tiene sentido. Y yo, no tengo palabras.
miércoles, 23 de mayo de 2012
Ahora todo tiene sentido. Y yo, no tengo palabras.
No tengo más miedo que el de las sombras con la puesta de sol, el espéctaculo de verte con un cigarro que se va consumiendo a 2000 caladas por minuto de vida mientras la música es tranquila. Si supieras verme por dentro, si pudieras ver todo como yo... vernos buscandonos entre sueños, recitando poesías de otros a las que,
sin querer o precisamente a próposito les cambiamos las letras y jugamos con ellas a los crucigramas y tú te inventas esa risa, precisamente esa. Incluso o sobretodo aquí , lejos de ti, el sonido de tus labios es como un tintineo en las pestañas, un accidente esperando a suceder, es como la incertidumbre al moverte bajo la libertad del dictado de los deseos. Sigo haciendo cuentas de cuánto mar tuvo que venir de los océanos para reposarse así en tus ojos. Me quedan tantas cosas por darte, aun hay que precisar tus labios con talento difuminado, resolver millones de garabatos en tu pelo donde anida la revolución de los pájaros en la cabeza de los soñadores. Me voy a quitar la venda de los ojos y voy a ir hasta ti, para besarte como la primera vez o como la última, sin guardar fuerzas desgastada y viva, pero sonriente, Ahora todo tiene sentido. Y yo, no tengo palabras.
sin querer o precisamente a próposito les cambiamos las letras y jugamos con ellas a los crucigramas y tú te inventas esa risa, precisamente esa. Incluso o sobretodo aquí , lejos de ti, el sonido de tus labios es como un tintineo en las pestañas, un accidente esperando a suceder, es como la incertidumbre al moverte bajo la libertad del dictado de los deseos. Sigo haciendo cuentas de cuánto mar tuvo que venir de los océanos para reposarse así en tus ojos. Me quedan tantas cosas por darte, aun hay que precisar tus labios con talento difuminado, resolver millones de garabatos en tu pelo donde anida la revolución de los pájaros en la cabeza de los soñadores. Me voy a quitar la venda de los ojos y voy a ir hasta ti, para besarte como la primera vez o como la última, sin guardar fuerzas desgastada y viva, pero sonriente, Ahora todo tiene sentido. Y yo, no tengo palabras.
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